Además de exponerte de forma clara y precisa qué es una cuenta de ahorro y cuáles son sus principales características, en este artículo te mostramos hasta 7 razones por las que este producto financiero puede resultar de una gran utilidad. Si quieres descubrir qué usos puedes darle a una cuenta de ahorro para obtener una mayor eficacia en la gestión de tus finanzas personales, te invitamos a que sigas leyendo.
Una cuenta de ahorro es un producto financiero diseñado para crear y gestionar un fondo de dinero. Básicamente es una cuenta bancaria. Pero se diferencia de una cuenta corriente en cuanto a su finalidad y ciertas características.
Mientras que la cuenta corriente es un producto creado para que puedas gestionar tus cobros y pagos habituales, la cuenta de ahorro tiene como objetivo precisamente servir de depósito del dinero. Es decir, el ahorro que puedas tener como consecuencia de una buena gestión de tus ingresos y gastos. Por este motivo, las cuentas de ahorro no tienen tantas funcionalidades como podrían tener las cuentas corrientes. Por ejemplo, es posible que no admitan la vinculación de una tarjeta de crédito o no permitan la domiciliación de recibos.
Por otro lado, son productos que suelen ofrecer una rentabilidad por el dinero depositado al mismo tiempo que permiten disponer de él en todo momento (aunque también existen cuentas de ahorro no remuneradas). Es lo que se denomina un “depósito a la vista”.
Aunque existen otros productos de inversión, la cuenta de ahorro es una forma de hacer crecer tu dinero sin ponerlo en riesgo. El dinero depositado no está expuesto a los vaivenes del mercado y no existe la posibilidad de que sufra una minusvaloración. Por otra parte, sí que tiene posibilidad de crecer gracias al interés periódico que genera.
Las entidades bancarias españolas se encuentran reguladas por el Banco de España y adscritas al Fondo de Garantía de Depósitos. Esto significa el dinero de los clientes se encuentra protegido (hasta un máximo de 100.000 €). En el caso de Bank Norwegian somos miembro de pleno derecho del Fondo de Garantía Bancaria de Noruega. Por ley, cada cliente individual tiene cubierto sus depósitos por hasta 100.000 €, incluidos los intereses.
Si mantienes tu dinero ahorrado en la misma cuenta corriente no obtendrás rentabilidad sobre tus ahorros, aunque tengas más flexibilidad en la gestión diaria. En estos casos, es mejor tener una cuenta de ahorro y una de ahorro, la primera para la operativa diaria y la segunda para sacar partido a tu dinero ahorrado. Aunque es conveniente mantener un saldo positivo en la cuenta corriente que uses habitualmente, por si cargan algún recibo inesperado, mantener el ahorro separado de donde gestionas tus gastos diarios te proporciona mayor orden y claridad en tus finanzas.
Puedes conocer en todo momento a cuánto ascienden tus ahorros y cuánto dinero tienes disponible para los gastos del mes. De esta forma, puedes gestionar una y otra partida de una forma más eficiente. La idea es mantener tus gastos separados del ahorro.
Si eres de los que todavía no se han planteado ahorrar, gracias a las cuentas de ahorro puedes comenzar de una forma sencilla.
Existen diversas estrategias de ahorro, pero una de las más eficientes es transferir de la cuenta corriente a la cuenta de ahorros una cantidad fija al principio de cada mes. Con este método, te aseguras de que siempre destinas una pequeña parte (por ejemplo, un 10%) de tus ingresos a la constitución de un fondo.
Posteriormente puedes ir ajustando estas cantidades. Ahorrar es como hacer ejercicio, al principio cuesta un poco. Pero conforme ves cómo tu dinero crece, comienzas a animarte y definir planes para optimizar tus finanzas y construir un patrimonio.
Es más, dichos planes y estrategias cada vez son más sofisticados porque vas adquiriendo más experiencia.
Sin embargo, todo comienza al abrir una cuenta de ahorro y hacer un pequeño esfuerzo cada mes.
Puedes utilizar una cuenta de ahorro para alcanzar alguna meta que exija financiación. Por ejemplo, hacer realidad el viaje que siempre has soñado o el proyecto que tienes en mente.
Incluso imagina que quieres amortizar deudas, pero no es conveniente porque la entidad bancaria aplica una comisión por amortización anticipada.
En este caso, puedes destinar al ahorro estas cantidades y obtener rendimientos por ellas en forma de intereses. De esta forma, el coste de la deuda será menor si restas los intereses que recibes menos los que pagas.
En definitiva, al contratar este producto financiero y comienzas a destinar sistemáticamente cantidades de dinero (aunque sean pequeñas), con algo de tiempo llegarás a materializar tus objetivos y horrar tendrá sentido.
Las cuentas de ahorro son un refugio seguro para tu dinero. Por ello, puedes utilizarla para mantener un saldo que sirva como fondo de emergencia. En este caso no se trata de un refugio transitorio, sino permanente.
Como hemos comentado, este producto bancario te permite acceder a tu dinero en todo momento para los casos de emergencia.
¿Y a cuánto debe ascender el fondo de reserva? Según los especialistas en finanzas, la cantidad idónea debe permitirte vivir entre 3 y 6 meses en caso de que se cortasen de golpe todas tus vías de ingresos.
Se trata de una cuestión fundamental en finanzas personales: no asumir más deudas de las que puedes soportar.
Los expertos apuntan a que la capacidad de endeudamiento máxima debería ser del 35% de tus ingresos. En caso contrario, tu estabilidad financiera corre peligro.
En este sentido, abrir y mantener una cuenta de ahorros representa un arma financiera tremendamente útil, puesto que evita recurrir a un préstamo personal en un momento determinado y disminuir tu capacidad de endeudamiento.
Si creas un ahorro y consigues gestionarlo bien, te dará muy buena imagen de cara al banco para situaciones en las que debas solicitar un préstamo.
Además, puedes aprovechar las ventajas de operar a través de la banca digital y la app de la entidad y contratar otros productos que ofrezca la entidad bancaria.
Aunque las ofertas cambian constantemente y es difícil determinar cuál es el mejor producto del mercado en un momento determinado, puedes guiarte por una serie de factores para seleccionar una cuenta de ahorro con unas buenas condiciones:
Abrir una cuenta de ahorro es muy sencillo. Se trata de un producto básico que no requiere un análisis de solvencia. Sin embargo, puede que soliciten un importe mínimo para ofrecer cierta remuneración.
En el caso de la cuenta de ahorro de Bank Norwegian, puedes contratarla completamente online, sin ningún tipo de gasto ni saldo mínimo exigido.