En realidad, depende del tipo de ingresos que tengas.
Quizá esta cuestión sea algo más laboriosa para los trabajadores autónomos, pero es perfectamente posible aportando declaraciones de impuestos (IVA e IRPF) y acreditando su condición mediante el pago de las cuotas de la Seguridad Social.
Durante el proceso de solicitud de la tarjeta de crédito, la propia entidad te informará sobre qué documentos necesitas para demostrar la solvencia. Pero recuerda que la documentación que aportes debe estar actualizada.