En realidad, una tarjeta de crédito es más segura y, como hemos visto, te permite una operativa más amplia y versátil.
Es más segura porque suele tener una mayor protección contra el fraude. Sin embargo, debes tener presente lo dicho en cuanto a darle un buen uso y tener presentes las condiciones de contratación.
Por otra parte, se trata de dos instrumentos diferentes y el hecho de escoger entre una u otra opción depende en gran medida de las necesidades del usuario.