Cómo abrir una cuenta bancaria

Si te preguntas cómo abrir una cuenta bancaria, en este artículo te ofrecemos toda la información que necesitas: procedimientos habituales, factores a tener presentes, requisitos, etc. Una cuenta bancaria es una herramienta básica para la gestión de tus finanzas. Existen, sin embargo, diferentes tipos de cuentas y, en función de cuál sea su finalidad, deberás prestar atención a unas u otras condiciones.

¿Cómo abrir una cuenta bancaria?

Abrir una cuenta bancaria es más sencillo de lo que puedas imaginar. Existen dos vías y mecanismos utilizados:

• Presencial.
• Online.

El hecho de que no pueda realizarse de forma telefónica u otro medio se debe sencillamente a que se establece un contrato que debe ser firmado. En ciertas ocasiones es posible que se admita su envío por correo postal ordinario. Sin embargo, con la aparición de las nuevas tecnologías, resulta más sencillo y efectivo realizar todos los trámites a través de la web.

Así pues, la gestión presencial está cayendo en desuso y existen, incluso, entidades bancarias que operan de forma 100% digital. 

En sí mismo el procedimiento para abrir una cuenta bancaria online es el mismo en cualquier banco o entidad: aportar unos datos identificativos y firmar el contrato. La diferencia es que a través de Internet se realizan todos los trámites de un modo más sencillo y cómodo para el usuario (se evitan colas, esperas, desplazamientos, horarios, etc.).

Para abrir una cuenta bancaria online, en principio deberás acceder al sitio web de la entidad y solicitar su apertura, normalmente haciendo clic en algún botón  (suele indicar “Abrir cuenta” o una expresión similar).

A partir de ahí, tan sólo se trata de seguir los pasos que te van marcando. Dependiendo del banco y cómo tenga programado el proceso, puede diferir un poco. Aunque, a grandes rasgos, los pasos son los siguientes:

1. Rellenar el formulario con tus datos.
2. Enviar la documentación escaneada o fotografiada.
3. Envío del contrato.
4. Firma digital del contrato.

Como puedes comprobar, abrir una cuenta bancaria de ahorro o corriente es más rápido de lo que crees.

Tipos de cuentas bancarias

Antes incluso de preguntarte cómo abrir una cuenta bancaria debes tener claro qué finalidad tiene la misma. Dependiendo del uso que le des, puedes contratar un tipo de cuenta orientada a tus necesidades.

Básicamente, las funcionalidades de una cuenta bancaria son tres:

• Gestión de la tesorería: es decir, los cobros y los pagos del día a día.
• Depósito de fondos: un instrumento donde depositar y gestionar el ahorro.
• Soporte: dónde se vinculan otros productos para un correcto funcionamiento.

Con respecto a las funciones de soporte, si la entidad bancaria te ofrece productos como préstamos o tarjetas de crédito sin necesidad de cambiar de banco, no es necesario la apertura de una cuenta con esa entidad. Sin embargo, sí que tendrás que facilitar una cuenta para que se puedan realizar las liquidaciones.

En cuanto al resto de funciones, dependiendo la que sea más significativa, podemos encontrar dos tipos de cuentas diferenciadas: la cuenta de ahorros y la cuenta corriente. 

En términos generales, la cuenta de ahorros está diseñada para depositar el ahorro y la cuenta corriente debería quedar reservada a la operativa financiera.

Abrir una cuenta de ahorro no está reñido con mantener una cuenta corriente con otro banco. Son dos productos diferenciados que tienen fines distintos.

En definitiva, tienes que decidir qué buscas, si la gestión de tus finanzas o un depósito a la vista.

¿Qué factores son importantes para abrir una cuenta bancaria?

En función del tipo de cuenta bancaria que quieras abrir, deberás prestar atención a una serie de factores y condiciones para asegurarte de que contratas un producto financiero que te sea útil y se adapte a tus necesidades.

Rendimientos ofrecidos

Las cuentas de ahorros se caracterizan por ofrecer una rentabilidad al mantener un saldo positivo. De esta forma, la primera pregunta que deberás hacerte es a cuánto ascienden estos rendimientos.

En el caso de una cuenta corriente, la rentabilidad puede ser incluso nula. No obstante, como no está diseñada para mantener el ahorro, los rendimientos que ofrecen es un factor de segundo orden.

La remuneración se expresa en forma de interés y se calcula en función del saldo medio diario que mantengas en tu cuenta.

Para medir el interés existen dos indicadores:

• El Tipo de Interés Nominal (TIN): es el interés efectivo que te ofrece el banco.
• La Tasa Anual Equivalente (TAE): te ofrece una información más realista. Tiene en cuenta el TIN, comisiones, frecuencia en los pagos, etc. Todo ello se pasa a un plano anual para que puedas comparar con otras cuentas de ahorros.

Si el banco realiza algún cambio en los intereses, debe avisar con un plazo de 60 días para que puedas decidir si las condiciones siguen siendo interesantes para ti.

En todo caso, recuerda que el dinero que percibes está sujeto a retención fiscal y es variable (según el saldo que tengas en la cuenta).

Comisiones

Las comisiones pueden aplicarse en cualquier tipo de cuenta. Sin embargo, en una cuenta corriente están más justificadas, puesto que la operativa y los servicios son más amplios y frecuentemente utilizados.

En todo caso, y aunque es un factor importante que debes valorar cuando decidas abrir una cuenta bancaria, es preciso contrastarlo con el tipo de cuenta y los servicios ofrecidos.

Las comisiones más comunes en una cuenta bancaria son las siguientes:

• Comisión de mantenimiento: simplemente por mantener la cuenta en funcionamiento y permitir su operativa.
• Comisión de administración: se aplica por los servicios paralelos de la cuenta. A diferencia de la anterior, sólo se cobra si se han utilizado estos servicios.

La cuenta de ahorro de Bank Norwegian no tiene ninguna de estas comisiones, por lo que puedes quedarte tranquilo con tu dinero destinado al ahorro.

Saldo mínimo exigido

Esta cuestión tiene sentido en las cuentas de ahorro. Algunas de ellas exigen un saldo mínimo para aplicar la rentabilidad ofertada. También es posible que se establezca un “techo” o saldo máximo para remunerar.

Sin embargo, una de las ventajas de la cuenta de ahorro que te ofrecemos en Bank Norwegian es que no necesitas mantener un saldo mínimo en cuenta.

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