Depósitos bancarios para ahorrar: ¿son una buena opción?
A continuación, vas a descubrir todo lo que necesitas saber sobre los depósitos bancarios. Se trata de un instrumento financiero que permite rentabilizar tus ahorros. Sin embargo, exigen que los fondos queden bloqueados hasta el vencimiento del contrato.
También tienes la opción de contratar un depósito a la vista, en el que tu dinero está completamente disponible. Por ejemplo, la cuenta de ahorro de Bank Norwegian es un depósito a la vista, puesto que también te ofrece una rentabilidad por el saldo medio depositado.
¿Qué son los depósitos bancarios a plazo fijo?
Los depósitos a plazo fijo son un producto de ahorro que ponen en funcionamiento las entidades bancarias. Consiste en la entrega de una cantidad de dinero al banco, quedando bloqueado durante un período de tiempo establecido a cambio de un interés.
En otras palabras, es un préstamo que le haces al banco. De hecho, es importante para los bancos captar depósitos por parte del público porque les permite mantener su operativa financiera.
Como puedes comprobar, es un instrumento muy sencillo de entender. Además, también es fácil de contratar. Por ello, son populares entre el público minorista, dado que les proporcionan la oportunidad de conseguir rendimientos por sus ahorros.
¿Son seguros los depósitos bancarios para ahorrar?
Como todo producto y operación financiera, los depósitos a plazo fijo tienen sus riesgos, pero son uno de los productos más seguros que existen.
En principio, depositas tu capital a cambio de un interés que normalmente suele ser fijo (también puede ser variable, pero es menos común). De esta forma, tienes estabilidad y previsión acerca de los beneficios obtenidos con la operación.
Por otra parte, el capital no está expuesto a un mercado financiero. Por consiguiente no es posible que pueda sufrir una depreciación, como ocurre con las acciones o los fondos de inversión.
Además, el dinero está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Lo cual quiere decir que si el banco quiebra y no puede hacerse frente de la devolución, tienes asegurado tu dinero hasta 100.000 €.
Quizá el mayor riesgo que asumes al contratar alguno de estos productos es el de liquidez. Tu capital queda bloqueado. Si surge alguna necesidad económica, no lo tienes disponible, salvo que asumas una penalización.
Además, si el interés es fijo durante toda la vida del depósito y se produce un aumento de inflación, la rentabilidad real que obtienes es menor.
Del mismo modo, si se produce una subida de tipos de interés y existen otros productos en el mercado más rentables, no podrías aprovecharlas hasta que se produzca el vencimiento del depósito.
Como todos los productos financieros, los depósitos son una opción interesante en función de tus necesidades, objetivos y preferencias. Existen inversiones más rentables, pero también más arriesgadas.
¿Cuántos tipos de depósitos bancarios existen?
Existen múltiples clasificaciones de depósitos bancarios, en función de cuál sean tus intereses, objetivos y necesidades financieras, puedes optar por uno de ellos:
- En función del plazo o duración del depósito: puedes contratar depósitos a corto plazo (por ejemplo, a 3 meses) o a largo plazo (superiores a 12 meses). Cuanto mayor sea la duración hasta el vencimiento del depósito, mayor será el interés ofrecido por el banco (en condiciones normales de mercado). Sin embargo, el riesgo de que suba la inflación o los tipos de interés es mayor.
- En función del abono de los intereses: existen depósitos que abonan la remuneración de forma mensual, otros cada trimestre, a final de año o incluso puede que no percibas nada hasta el vencimiento, junto con el capital depositado. No es una cuestión relevante, pero cuanto antes logres capitalizar los rendimientos (es decir, sumarlos al capital y reinvertirlos), aprovecharás mejor la fuerza del interés compuesto.
- En función del cálculo del interés: como hemos comentado, lo más común es encontrar depósitos bancarios con un interés fijo y garantizado. Sin embargo, también existen depósitos con interés creciente, decreciente, indexado (variable), etc. También existen depósitos sin garantía del capital (depósitos estructurados).
Para saber qué tipo de depósito vas a contratar, debes atender a la información precontractual que el banco debe entregarte.
¿Cómo calcular la rentabilidad de los depósitos bancarios?
Para saber si los depósitos bancarios son una buena opción, tienes que valorar si merece la pena renunciar a los fondos para conseguir un determinado rendimiento. En la información precontractual también encontrarás datos relativos a la rentabilidad ofrecida.
Para calcular el interés de un producto financiero se debe atender a dos indicadores:
- Tipo de Interés Nominal (TIN): es el interés periódico que recibirás según la frecuencia de abono establecida en el contrato del depósito.
- Tasa Anual Equivalente (TAE): como puedes deducir, para comparar depósitos que tengan diferentes intereses y con distintas periodicidades es preciso pasar la rentabilidad al mismo plano temporal. Es precisamente lo que pretende la TAE. Se trata de una fórmula que tiene en consideración el TIN, la frecuencia y los posibles costes de la operación y los traslada a un plano anual. De esta forma, tienes una herramienta para comparar productos financieros y obtener una visión más realista del rendimiento.
¿Cuál es la fiscalidad de los depósitos bancarios?
Como cualquier otro activo financiero, un depósito bancario no está exento de tributación. Sin embargo, lo que tributa es la rentabilidad obtenida, no el dinero depositado (puesto que es sólo es un capital que tú pones a trabajar).
En concreto, se aplica la misma fiscalidad que las acciones o los bonos. Es decir, obtienes “rendimientos del capital mobiliario” y en el momento de percibir los intereses se te practicará una retención del 19%.
Las retenciones son sólo adelantos que se hacen a la Administración Tributaria. Posteriormente, debes incluir las ganancias obtenidas en tu Declaración de IRPF para arreglar las cuentas con Hacienda.
Los rendimientos generados por los depósitos se incluyen en la base imponible del ahorro (no se suman a la base imponible general) y se aplica un porcentaje por tramos:
- Hasta 6.000 €: 19%.
- Entre 6.000 € y 50.000 €: 21%.
- Entre 50.000 € y 200.000: 23%.
- Más de 20.000 €: 26%.
¿Cómo elegir un depósito bancario?
Antes de proceder a la contratación de un depósito bancario, tienes que determinar cuál es tu situación financiera y qué objetivos pretendes conseguir.
Por ejemplo, si tienes constituido un fondo de reserva completamente disponible, es más viable que puedas contratar un depósito a largo plazo, porque te aseguras que no necesitarás esos fondos.
Puedes optar por una cuenta de ahorro para constituir un fondo de reserva. Las cuentas de ahorro son depósitos bancarios a la vista (sin vencimiento). Por lo tanto, no existe el riesgo de liquidez, subida inflacionaria e incremento de los tipos de interés.
La cuenta de ahorro también te permite ahorrar de forma tranquila y segura. También te ofrece rentabilidad por tus ahorros (exactamente igual que los depósitos bancarios).
Algunos usuarios la utilizan para tener los fondos disponibles a la espera de alguna oportunidad inversora. Construyen un patrimonio en base a ella. Como columna vertebral donde se encuentra el capital a buen recaudo y destinan parte de los fondos a depósitos u otras inversiones.
Si no tienes experiencia en este tipo de productos, la mejor solución es comenzar con la modalidad más básica: un depósito a interés fijo y garantizado.
Por último, presta atención a los requisitos de contratación. Existen depósitos en los que es necesario un importe mínimo para poder acceder a él.
Depósitos bancarios para ahorrar: Preguntas Frecuentes
¿Cómo se contratan los depósitos bancarios?
¿Cómo se contratan los depósitos bancarios?
Los depósitos bancarios son instrumentos sencillos. Tan sólo tienes que observar las ofertas que realizan las diferentes entidades y optar por aquel que te resulte más interesante. La contratación se realiza por las vías convencionales, en la oficina bancaria o incluso online.
Una vez firmado el contrato, se transfieren los fondos y quedan bloqueados hasta su vencimiento. Los intereses suelen ser abonados en la cuenta depositante.
¿Cómo abrir una cuenta de ahorro?
¿Cómo abrir una cuenta de ahorro?
Como hemos comentado, las cuentas de ahorro son depósitos bancarios a la vista. Sin embargo, su contratación es incluso más sencilla. En el caso de la cuenta de ahorro de Bank Norwegian el proceso se realiza completamente online y en cuestión de minutos.
Tan sólo tienes que acceder a nuestro website, seleccionar el producto y hacer clic en el botón correspondiente. También puedes descargar la app de Bank Norwegian y operar desde esta herramienta.