Comprar a plazos, ¿cuál es la forma más adecuada para hacerlo?
Comprar a plazos puede resultar más sencillo, cómodo y económico si analizas la operación y escoges la forma más adecuada para llevarla a cabo.
Por este motivo, en este artículo mostramos los instrumentos financieros para realizar una compra a plazos. Además, descubrirás los elementos clave para decidirte por uno de ellos.
¿Por qué comprar a plazos?
Hay tantas razones para pagar a plazos como necesidades de compra.
La compra a plazos es simplemente una modalidad de pago que tienes a tu alcance para financiar compras y diferir el pago de estas. De esta manera, tienes capacidad para adquirir el bien o servicio que desees o necesites:
- Puedes hacer frente al pago del bien o el servicio, pero hacerlo al contado puede poner en riesgo tu estabilidad financiera a corto plazo.
- Tienes previstas otras compras y no te alcanza el presupuesto para todas.
- Necesitas facilidades de pago ante una urgencia o un imprevisto que tiene repercusiones económicas.
- Cuando se da el caso de que no es una compra estrictamente necesaria, pero representa algo importante para ti y no puedes disponer del dinero (por ejemplo, un viaje en
- Simplemente por comodidad.
En todo caso, una de las principales razones por la que los usuarios deciden comprar a plazos es el precio del artículo o servicio. En muchas ocasiones se trata de bienes duraderos que tienen un coste elevado y no puede asumirse con los ingresos mensuales. Además, o no se tienen ahorros suficientes o supondría un duro golpe para los mismos.
¿Cuál es la forma más adecuada para comprar a plazos?
Con fines de que puedas mantener una adecuada gestión de tus finanzas personales y seas capaz de elegir el instrumento más adecuado para pagar a plazos, tienes que distinguir entre dos tipos de financiación:
- Financiación a corto plazo: como su nombre indica, se trata de solicitar el dinero para devolverlo en menos de un año.
- Financiación a largo plazo: la amortización del capital prestado más los intereses se llevará a cabo en un período superior a un año.
Esta cuestión es importante porque existen instrumentos financieros que te permiten comprar a plazos para ambos casos. Escoger la forma de pago más adecuada te permitirá obtener mejores condiciones, mayor flexibilidad u otras ventajas.
Financiación a largo plazo
En primer lugar, el importe de las cuotas debe estar adaptado a tus ingresos mensuales para no poner en riesgo tu economía personal. Por este motivo, lo primero que tienes que atender es el precio del bien o servicio. Si es demasiado elevado, deberás optar por el largo plazo.
Por otra parte, también tienes que tener presente que los bienes de mayor coste también son duraderos. Es decir, no se trata de artículos de un solo uso. Suelen tener una vida útil de varios años, pero, en el momento que se agoten, deberás reemplazarlos y volver a solicitar financiación.
El ejemplo más claro lo podemos ver en los préstamos para la compra de un vehículo.
Financiación a corto plazo
También suele ser común comprar pequeños electrodomésticos, con un importe lo suficientemente elevado para que tengas que recurrir a las compras a plazo, pero no tan alto para solicitar financiación a largo plazo.
En este caso, puedes optar por las dos modalidades, puesto que el bien cumple con los requisitos apropiados. Pero deberás considerar aspectos tales como los intereses, comisiones y otras condiciones de la financiación a la hora de escoger.
Lo que admite duda en cuanto a la financiación a corto plazo, son los gastos que no sean de bienes duraderos. Por ejemplo, una comida familiar y/o con amigos que quieras atender el día de tu cumpleaños.
Instrumentos financieros para comprar a plazos
Bien, vistas las modalidades de financiación, ahora tienes que escoger qué forma de pago es la más adecuada.
Préstamos personales
El préstamo personal es un producto financiero enfocado al largo plazo. Si necesitas reformar tu casa o cambiar de coche, puedes recurrir a este tipo de financiación.
La parte positiva es que te da la posibilidad de acceder a importes más elevados, para devolverlos en un período de tiempo más o menos amplio, que puede ser de hasta unos 10 años. Con lo cual, tienes la posibilidad de llevar a cabo proyectos de largo plazo .
Por otra parte, aunque depende de la oferta de cada entidad de crédito, suele tener mejores condiciones en cuanto a intereses y gastos.
El préstamo personal de Bank Norwegian está diseñado para estos fines. Se trata de un producto de financiación a medio y largo plazo sin comisiones. Puedes disponer de hasta 50.000 € para devolver hasta en 10 años (desde un 9,73% TAE ).
Tarjetas de crédito
Una tarjeta de crédito tiene una función diferente a un préstamo, no deberías utilizarla para solicitar financiación a largo plazo. Aunque también se trata de un instrumento para financiar compras, tiene una función más práctica y operativa: está enfocada para los gastos del día a día.
Cuentan con todas las funciones y mecanismos de seguridad para tus operaciones de compra diaria (combustible, supermercado, productos de aseo, compras por Internet, etc.). Además, estos productos financieros tienen una gran cantidad de ventajas adicionales, como seguros incorporados.
Puedes realizar compras y pagar a final de mes sin intereses. En algunos casos hasta no tienen comisiones (depende de la entidad y del producto). Cuando se te aplican los intereses es cuando decides cambiar la modalidad de pago y financiar las compras a plazos.
Además, son instrumentos de pago aceptados universalmente. Pueden ser útiles para viajar sin preocuparte por las divisas extranjeras, vuelos, reserva de hoteles, transporte, etc.
En este caso, los intereses son más elevados que en un préstamo personal. Pero, si la utilizas debidamente y financias sólo las compras a corto plazo, no supone una desventaja significativa.
Es más factible financiar una Tablet que puede costar 300 € a través de una tarjeta de crédito que mediante un préstamo personal. Además es más rápido porque la línea de crédito ya está aprobada y la tienes disponible.
En Bank Norwegian también dispones de una tarjeta de crédito sin comisiones y con un seguro de viaje y cancelación incorporado.
Financiación del propio establecimiento comercial
Además de los préstamos y tarjetas bancarias, los establecimientos comerciales también pueden ofrecer productos de financiación con el fin de fidelizar a su clientela.
En realidad, son productos similares a los que estamos tratando: un préstamo personal de corto plazo o una tarjeta que te permite comprar a plazos en el establecimiento. También puede darse el caso de que la marca esté asociada a alguna Fintech y puedas disponer de financiación para comprar a plazos a través de una aplicación.
Comprar a plazos: Preguntas Frecuentes
¿Es más fácil solicitar un préstamo o una tarjeta de crédito?
¿Es más fácil solicitar un préstamo o una tarjeta de crédito?
En realidad, depende de cada entidad bancaria. Sin embargo, puedes encontrar préstamos personales y tarjetas de crédito de fácil aprobación en el mercado. Gracias a los procesos de solicitud online, el tiempo de respuesta se acorta significativamente.
Desde Bank Norwegian proporcionamos una experiencia completamente digital y únicamente deberás presentar la documentación mínima exigida para que se conceda la correspondiente financiación de una forma responsable. El proceso es sencillo, rápido y cómodo tanto para solicitar un préstamo personal como una tarjeta de crédito.
Partiendo del ejemplo representativo de una disposición de crédito de 1.500 €, si el mismo día que adquieres tu tarjeta haces una compra con ese mismo importe y decides fraccionarla en 12 meses, esto es lo que tendrás que pagar: Tasa anual equivalente (TAE): 21,79%, Tasa de interés nominal (TIN): 19,99%, 12 cuotas constantes de 139 €, siendo el importe total que pagarías al final del periodo de 1.667 €. Este ejemplo no tiene en cuenta nuevas disposiciones de crédito, ni retrasos o incidencias en los pagos. Financiación sujeta a previa aprobación de Bank Norwegian, en filial av NOBA Bank Group AB (publ). Se utiliza el sistema de amortización francés.